14 de noviembre de 2023

El crecimiento postraumático describe cambios positivos que, a veces, emergen tras una crisis. Por eso, en este artículo te explico qué es, cómo se diferencia de la resiliencia y, sobre todo, qué puedes hacer para activarlo con pasos concretos y realistas.
Una historia real que inspira
En septiembre de 2019, un temporal histórico azotó la Vega Baja. Entonces, muchas familias lo perdieron todo; sin embargo, con el tiempo, algunas personas descubrieron una nueva fortaleza. Por ejemplo, Paqui —que es psicóloga clínica— asegura sentirse más fuerte, incluso “triunfante”. Hoy le resulta más fácil poner en perspectiva los pequeños problemas. Su vida ha cambiado: la tragedia reforzó los lazos con sus vecinos, que ahora siente como familia. También guarda un enorme agradecimiento por los gestos de solidaridad que recibieron: desconocidos que les llevaban comida casera o juguetes para sus hijos.
Además, decidió dar un giro a su vida profesional. Hoy trabaja en una organización sin ánimo de lucro gestionando una comunidad online de personas afectadas por aquel temporal. “La bondad que otros tuvieron conmigo, quiero devolverla. De algo tan malo, ¿qué cosas buenas pueden surgir?”.psicóloga de la zona relató cómo, tras el shock inicial y la ansiedad, se apoyó en su comunidad y, además, reorientó su carrera para ayudar a otros. Así, su experiencia ilustra que el crecimiento postraumático no niega el dolor: lo integra y lo transforma.
Qué es el crecimiento postraumático
La historia de Paqui ilustra un fenómeno estudiado por la psicología: el crecimiento postraumático. Este término fue acuñado en 1995 por los psicólogos Richard Tedeschi y Lawrence Calhoun, y se refiere a los cambios positivos que algunas personas experimentan tras atravesar una crisis o un trauma.
A diferencia de la resiliencia, que consiste en “volver a estar como antes”, el crecimiento postraumático implica salir de la experiencia con nuevas perspectivas: sentirse más fuerte, valorar más la vida, tener relaciones más profundas o descubrir nuevos caminos personales.
Las investigaciones muestran que entre la mitad y dos tercios de las personas que atraviesan una crisis reportan algún tipo de cambio positivo. Puede ocurrir tras una enfermedad grave, la pérdida de un ser querido, un divorcio, una agresión o incluso tras la guerra.
Crecimiento postraumático vs. resiliencia
La resiliencia consiste, en términos simples, en “volver a estar como antes”. En cambio, el crecimiento postraumático implica salir con una perspectiva renovada. Por tanto, no se trata de optimismo ingenuo; más bien, se trata de construir sentido y dirección a partir de lo vivido.
Estrategias prácticas para activarlo
1) Educación y psicoeducación
Conocer el crecimiento postraumático cambia el foco: desde la pura supervivencia hacia el aprendizaje. Además, saber que es posible te anima a buscar pequeñas oportunidades de avance.
2) Regulación emocional
Respiración, meditación breve, caminar en la naturaleza o escribir un diario ayudan a procesar el malestar; así, en lugar de evitar el dolor, puedes enfrentarlo con más recursos.
3) Expresar y compartir
Hablar con una persona de confianza, escribir, dibujar o poner música a lo vivido facilita la elaboración; por otro lado, te permite ordenar recuerdos y emociones difíciles.
4) Construir una nueva narrativa
No basta con repetir lo peor una y otra vez; en su lugar, conviene integrar el episodio en tu historia personal, incluyendo tu recuperación y lo que viene después.
5) Ponerlo todo en contexto
Descubrir que otros pasaron por experiencias parecidas alivia el aislamiento; de hecho, esa comparación realista aporta pertenencia y esperanza concreta.
6) Apoyo social cercano
Amigos, vecinos y “familia elegida” forman una red esencial; por ello, pedir y aceptar ayuda es parte del proceso, no un signo de debilidad.
7) Actos de servicio
Ayudar a otros devuelve propósito; finalmente, desplaza el foco del yo hacia un sentido de contribución que sostiene el crecimiento postraumático.
Guia de Aplicación rápida para dejar atrás la zona de confort después de que nos ocurre algo grave (en 10 días)
Estrategias para la motivación y la recuperación:
- Establecer una estructura diaria: Crea una rutina simple con tiempos fijos de despertar y dormir, comidas y bloques cortos de actividad. La estructura reduce el riesgo de «perderse» .
- Objetivos pequeños primero: Elije uno o dos objetivos realistas cada día (por ejemplo, un paseo corto, ordenar un rincón de la habitación). El éxito con pequeños pasos genera impulso.
- Usa la regla de los 5 minutos: Si una tarea se siente abrumadora, comprométete a hacerla durante solo 5 minutos. A menudo, empezar es la parte más difícil.
- Movimiento incorporado: Incluso estiramientos suaves o caminatas cortas pueden mejorar el estado de ánimo y la energía. Combina la actividad física con música o un podcast para que sea más agradable.
- Contacto social: Mantente en contacto con amigos o familiares, aunque sea brevemente. Una llamada corta o un intercambio de mensajes ayuda a romper el aislamiento.
- Recompénsate a ti mismo: Date pequeñas recompensas después de completar las tareas (comida favorita, vídeo corto, pausa musical).
- Cambio al ocio activo : Reemplaza redes sociales con pasatiempos activos: dibujo, diario, cocina simple o un rompecabezas.
- Seguimiento del progreso: Mantén un pequeño cuaderno o una diario donde se registran las tareas diarias. El progreso visual es motivador.
- Practica la autocompasión: La recuperación lleva tiempo. Evita la autocrítica dura; en su lugar, reconoce el esfuerzo y celebra las pequeñas mejoras.
La fuerza de la comunidad
Un punto común en todas estas ideas es la importancia de contar con otras personas que escuchen, acompañen y ayuden a dar sentido a lo vivido. Tedeschi habla de los “compañeros expertos”: alguien que ha pasado por una experiencia similar y puede guiar desde la empatía.
Por supuesto, hablar de crecimiento postraumático también puede tener riesgos. No se trata de imponer una visión optimista a quien sufre ni de minimizar el dolor. “Las cosas malas son malas”, señalan los investigadores. Y cada persona necesita tiempo para vivir el duelo antes de poder transformar esa experiencia.
La enseñanza es clara: no siempre podemos elegir lo que nos ocurre, pero sí la manera en que contamos nuestra historia. Y en ese relato, las relaciones, la regulación emocional y la solidaridad tienen un papel central. Porque a veces, cuando la vida se vuelve dura, la mejor forma de sanar es ayudar a alguien más.
Preguntas frecuentes
¿El crecimiento postraumático significa que “todo pasa por algo”?
No necesariamente; primero hay dolor y duelo. Después, con apoyo, algunas personas encuentran nuevos significados.
¿Cómo empiezo si me siento bloqueado?
Empieza por 5 minutos de respiración, un paseo corto y escribir una línea al día sobre lo que estás superando.
¿Cuándo debo pedir ayuda profesional?
Si hay tristeza persistente, ansiedad intensa, insomnio marcado o ideas de hacerse daño, conviene consultar cuanto antes.
Este artículo es divulgativo y no sustituye la evaluación clínica personalizada. Si lo necesitas, busca ayuda profesional.
Recursos y lecturas recomendadas
Recursos y lecturas recomendadas
- Crecimiento postraumático en divulgación (National Geographic) — ejemplos y ciencia accesible.
- Salir de la zona de confort y motivación (Cornell University) — cómo el reto moderado favorece el cambio.
- Growth after trauma (APA – American Psychological Association) — explicación clara del crecimiento postraumático.
- Post Traumatic Growth in the Frame of Traumatic Experiences (PubMed Central) — revisión académica actualizada sobre el fenómeno.
Enlaces internos sugeridos
- Consejos para dormir mejor: estrategias respaldadas por la evidencia científica — sueño y regulación emocional.
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